Trueque, una palabra clave para nosotras, un concepto central en nuestra forma de trabajar, en nuestro día a día, en nuestra manera de entender el feminismo.
Generar espacios de trueque implica cuidar el medio ambiente, reciclar, reutilizar, reducir nuestro consumo, ese que tanto afecta al planeta, o al menos eso es lo que nos dicen, como si las guerras, las macroempresas de alimentación y textil no contaminaran, a ellos no se les habla de reciclar o reducir.
Ser conscientes del cuidado de nuestro entorno implica también ampliar nuestra creatividad buscando usos distintos a los materiales.
Por otro lado nos relacionamos con nuestra comunidad, con la gente del barrio, la más cercana o la de unos cuantos barrios más allá, personas que piensan de manera similar, que trabajan por otro mundo posible, que buscan cohesión social, tejer redes de apoyo mutuo, puntos de encuentro, vincularnos en lo común.
Llevamos más de 10 años organizando trueques a cambio de alimentos, a cambio de libros, a cambio de material escolar. A veces tenemos cosas en casa que podemos compartir con otras personas, en algún momento de nuestras vidas necesitamos algo ¿por qué no intercambiar y apoyarnos?
El sábado 23 participamos en un trueque dentro de las fiestas de la AAVV San Gabriel, en el barrio de la Jurada, junto a la ACR Navidadeña Ingenio, y Colectivo Atenea. Hasta las 20:30h estuvimos en stand troqueando y pintando mandalas. Tuvimos oportunidad de escuchar a Eli con su cuento maravilloso sobre los besos de su abuela y pasar una tarde en la escucha, en el diálogo y la solidaridad entre vecinas y vecinos del barrio que se iban acercando, algunas venían directamente al trueque, otras aprovechaban para disfrutar del encuentro de poesía que también tuvo lugar en la misma tarde.
Una tarde compartida, como dice una compa, con amor y humor. Más tardes así queremos.
Ahora nos queda hacer el reparto de todo lo troqueado y a seguir ampliando y fortaleciendo nuestras redes.
